21 abril 2012

El camino


No sé ya ni lo que quiero,
no sé ya, ni lo que tengo.
Sólo sé que estoy muy sola
y temo errar el sendero.
Busqué tu mano y no estaba,
y me sentí estremecer.
La inquietud en mí hizo presa,
y lloré por tu querer.
Me paré en la encrucijada,
de senderos a seguir
uno recto, frío, inútil,
otro, torturoso y feliz.

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